miércoles, 14 de marzo de 2012

Bancos Suizos


“¿Querría comprobar mis cifras?”
“Estoy seguro de que las tiene perfectamente redondeadas”
James Bond, El mundo no es suficiente


1.- Suiza, el paraiso de antaño

Suiza es un país centroeuropeo, muy montañoso, donde se habla principalmente francés y alemán.
Los servicios bancarios suizos tienen fama de ser de los mejores del mundo tanto por la gama de servicios que tiene su banca como por la privacidad y anonimato. También se dice que sus servicios son de los más caros, el franco suizo sigue los valores del oro y es una de las monedas más fuertes y estables.

La Confederación Helvética ha disfrutado hasta ahora de un estatuto sumamente restrictivo para los residentes extranjeros, aceptando sólo a celebridades y personas de elevadas fortunas. Una ley contra extranjeros permite a la policía encerrar en la cárcel durante un año a personas carentes de la documentación adecuada. Se trata de una ley dirigida contra los traficantes de droga y los trabajadores clandestinos, pero puede extenderse a cualquier extranjero con problemas de documentación.

En 1986 rechazó en referéndum el ingreso en la ONU, en 1992 el Espacio Económico Europeo, y en 1997 el adherirse a la Unión Europea.

Suiza es el paraíso fiscal por antonomasia, donde se estableció el secreto bancario en 1934 recogido en la Ley Federal Suiza sobre bancos, aprobada en 1935. Sin embargo, muchas cosas han cambiado en el país alpino. Los acuerdos internacionales sobre blanqueo de dinero han llevado a que la famosa cuenta numerada anónima, dejara de existir en Suiza a partir de 1991.

En Suiza, como en todos los paraísos fiscales, la evasión de impuestos no está perseguida, por lo tanto el gobierno suizo nunca colaborará con ningún país cuando éste sea el cargo contra un cliente suyo. No obstante el gobierno suizo tiene derecho a confiscar fondos depositados, sí existe la sospecha que proceden de origen ilícito.

El país atravesó en 2003 al primer conflicto laboral grave en 50 años. En 2004 continuó con una tasa de crecimiento baja, propia de una economía estancada y con un "elevado" desempleo del 3,9%, la mayor tasa en seis años.

La presión fiscal es similar a la de los países de la Unión Europea. Por ejemplo, hay un cargo de un 35% de impuestos sobre los intereses del capital. La retención es efectiva cuando la entidad que paga los intereses está radicada en Suiza. Pero el banco suizo podría invertir el dinero en activos de renta fija emitidos por una de sus sucursales ubicada en otro paraíso fiscal. Cuando el interés lo paga una entidad domiciliada en jurisdicción diferente, no se paga el impuesto. Algunos productos financieros, como las pólizas de prima anual y las cuentas de inversión no están sujetas a este impuesto.

Las presiones de la Unión Europea para evitar que sus ciudadanos evadan impuestos en Suiza han aumentado con los años y se ha alcanzado en mayo de 2004 el acuerdo de canjear el secreto bancario por la retención en origen.

La competencia de otros centros financieros le ha hecho perder posiciones desde el 50% del negocio de banca privada hasta el 25% actual. A pesar de sus desventajas crecientes en cuanto a pérdida de secreto bancario y carestía de servicios, continúa siendo un país favorito de los inversores internacionales debido a su estabilidad y sentido común en materia económica y financiera.

Suiza dispone de unos 375 bancos, con dos grandes entidades Union des Banques Suisses y Crédit Suisse, y un gran número de pequeños bancos privados y filiales de grandes bancos mundiales.

El servicio militar aún está vigente, por lo que todos los varones de edades comprendidas entre 19 y 31 años están obligados a cumplir en el ejército. Aquellos que se declaren objetores de conciencia, tendrán que realizar tareas sociales un 50% más de tiempo que los militares. Además, quienes, por algún motivo, no puedan acudir a “la mili”, deben pagar un 3% más de impuestos hasta los 30 años. A pesar de que Suiza no ha participado en ningún conflicto bélico desde 1815, se comenta que podría movilizar sus tropas en 12 horas. Así, los Alpes están salpicados de bases subterráneas y fortificaciones y los puentes albergan cargas para que, en caso de invasión, puedan ser fácilmente demolidos. Suiza cuenta con refugios anti-bomba con camas para el 95% de la población.

La prostitución es legal en Suiza tanto los burdeles como las prostitutas pagan IVA. También es legal el suicidio asistido: proporcionarle a quien no puede los medios necesarios para morir, tema que en el resto de los países siempre ha estado rodeado de polémica y controversia. El lunes pasado, rechazaron también en referendum (y por sexta vez en la historia) un aumento de sus vacaciones de 4 a 6 semanas, al parecer en base a la pérdida de competitividad que supondria frente a vecinos como Alemania.

La moneda de Suiza es el franco suizo cuya representación internacional es CHF. Hay monedas de 5, 2, 1 francos suizos y de 50, 20, 10 y 5 céntimos. Billetes hay de 1.000, 200, 100, 50, 20 y 10.

El cambio de divisas tiene varias maneras de realizarse. Para quienes deseen tener cambio o dinero en francos suizos a través de los cajeros automáticos pueden realizar la operación. De igual manera, también los bancos y las estaciones de tren se encargan de tener oficina de cambio. Importante es resaltar que también se aceptan los cheques personales, pero aquellos que estén dentro de los eurocheques. Sobre este último, en su mayoría ya no estén garantizados y por consiguiente no se puede cobrar en efectivo, pero pueden emplearse cuando los pagos no necesitan alguna garantía.


2.- El legendario secreto bancario


El secreto bancario es la posibilidad jurídica que tengan profesionales o instituciones financieras de negar a las autoridades (nacionales o internacionales) información financiera.

El origen legal del secreto bancario se remonta al Código Penal Napoleónico, equiparado al secreto de la relación entre un un profesional y su cliente. En Europa, Suiza, Mónaco, Andorra, San Marino y Liechtenstein conservan el secreto bancario. Austria, Bélgica y Luxemburgo, también, aunque ellos no constituyen paraísos fiscales al uso al grabar los capitales de una manera u otra.

Para suprimir el secreto bancario suizo hace falta un referéndum y el 88% de la población está a favor de mantenerlo, aunque cada vez hay más suizos que son partidarios de levantar este secreto en algunos casos.

En la mayoría de los paises el secreto bancario no solo no existe, si no que hay leyes en sentido contrario. P.ej, en España, por más que la doctrina del Tribunal Constitucional reconoce el deber de guardar el secreto bancario basado en el derecho a la intimidad de los clientes, el secreto bancario se equipara en la jurisprudencia al secreto profesional. El hecho es que este secreto se levanta con facilidad, no sólo por indicación de los tribunales de Justicia, sino automáticamente por la normativa fiscal que obliga a los bancos a suministrar información a la Hacienda Pública, a las Haciendas locales y a la Tesorería de la Seguridad Social.

Frente a esto, los paises con secreto bancario establecen penas de cárcel y fuertes multas para aquellos empleados que revelen datos de las cuentas de los clientes. Pero como en todo, dentro del secreto bancario, hay niveles. No sólo es la legislación del país, sino la realidad bancaria. Algunos bancos llevan a cabo sus operaciones electrónicas en una sede radicada en un país fiscalmente transparente, o son sensibles a las presiones de las potencias extrangeras. (P.ej las autoridades norteamericanas pueden llegar a ejercer cierto control sobre los bancos que compensan los cheques en dólares a través de sus sucursales en los Estados Unidos)

El secreto bancario puede reforzarse a través de la relación abogado y cliente. Mientras que el secreto bancario no existe al cien por cien, el secreto en la relación abogado-cliente está respetado en todos los países del mundo. Un abogado puede mover o disponer fondos de un cliente sin la obligación de revelar nada. Se trata de un secreto más seguro que el bancario, si no fuera porque algunos abogados pueden verse obligados a revelar datos ante un tribunal porque han actuado para su cliente no como tales abogados, sino como agentes en operaciones financieras (P.ej, J. R. Rigal Marcos y Mario Conde en el Caso Banesto). Las directivas europeas contra el blanqueo de capitales obligan también a los abogados cuando actúen en asuntos ajenos al ejercicio del derecho de defensa.

En general, el secreto bancario se va perdiendo progresivamente con el empuje de la globalización. Muchos países siguiendo distintos acuerdos internacionales, como la Convención de Viena, promovida por las Naciones Unidas en 1988 contra el tráfico de drogas, y las instrucciones de la OCDE y del Grupo de Acción Financiera (GAFI) del G-7 han implantado medidas para limitar o suprimir el secreto bancario. Por tanto, el secreto bancario no es total ni siquiera en las jurisdicciones con secreto bancario a nivel histórico. La evasión de capitales cambia a usar esquemas que dificultan la penetración por terceros, basados en la constitución de trusts, ya no solo ingresar el capital en  ciertos paises.


3.- Las famosas cuentas numeradas

A partir del 1 de julio de 1991, el cliente que quiera operar con un banco suizo deberá personarse y acreditar su identidad. Desaparecen las cuentas abiertas por medio de los formularios B, que preservaban el anonimato permitiendo al cliente efectuar todas sus transacciones bancarias a través de un abogado o notario. Las que ya existían, tuvieron hasta el 30 de septiembre de 1992 para ser reclamadas.

A finales de 1989, los bancos suizos tenían más de 30.000 cuentas bajo la fórmula B. según las estadísticas de la Comisión. Las leyes que permiten el secreto en la actividad bancarla suiza datan de 1934 y son de las más estrictas del mundo.

Antes de estos cambios podían abrirse cuentas sin el nombre del beneficiario. Estas cuentas las abría por encargo un agente o abogado y el secreto en estos casos era total, ya que nadie no existia el concepto de titular. Los clientes operaban utilizando sólo el número de cuenta. Ahora los clientes deben informar claramente acerca de quién es el beneficiario y se debe "probar" (convencer), que el dinero tiene un origen lícito.

El secreto bancario persiste, pero ya no es como antes: los bancos suizos deben pedir siempre la identificación de un posible cliente y conocer los datos del titular de la cuenta o el beneficiario de una empresa titular de la cuenta, no importa el país en el que está registrada la compañía. En la cuenta numerada actual, los datos del cliente no aparecen junto al numero de cuenta, pero algunos
empleados del banco saben quién es el auténtico beneficiario, mientras que antes de 1991 este dato sencillamente no era recogido. Aunque el secreto bancario sigue defendiendo al cliente, ahora existe la posibilidad de entregar esa información que antes no se conocía.

Las leyes suizas no sólo suprimieron las cuentas secretas, sino que empezaron a consideran que el blanqueo de dinero es un delito a perseguir en colaboración con otros paises.


  1.  Los bancos poseen ahora el derecho de denunciar a los clientes sospechosos. Anteriormente, esto contravenía la ley que promulgaba el secreto bancario. La Comisión Federal Bancaria Suiza llegó a un compromiso con el ministerio fiscal para que los bancos den información a la justicia sobre las cuentas que se sospecha que están conectadas con algún tipo de delito sin que ello suponga quebrantar el secreto bancario.
  2. Los tribunales suizos pueden cooperar con otros países en la persecución del crimen organizado, simplemente por la pertenencia a una organización criminal, sin más cargos.
  3. El gobierno suizo tiene derecho a confiscar fondos depositados en los bancos suizos por criminales.

La evasión de impuestos sigue sin estar perseguida por la ley suiza.

El secreto bancario suizo se va debilitando progresivamente. Los banqueros suizos proporcionan información a las autoridades judiciales cuando los clientes han sido formalmente acusados de cargos criminales que también son delito en Suiza, aunque no prestan asistencia a todas las autoridades por igual.

De todas formas, los banqueros suizos no cooperarán en investigaciones de autoridades extranjeras por evasión de impuestos, pero cooperarán en casos de fraude fiscal, si la jurisdicción que reclama el levantamiento del secreto bancario demuestra que esta habiendo fraude en su territorio.

También, un estado puede reclamar el dinero que le ha sido sustraído de forma fraudulenta. El resultado más previsible de una actuación de las autoridades suizas ante una demanda judicial de otros países es la congelación de las cuentas bancarias de la persona o entidad acusada. P.ej, las aparentemente grandes sumas de dinero depositadas en sus bancos por los judíos perseguidos por el III Reich. Los intentos de los familiares afectados para recuperarlos han sido, hasta el momento, poco exitosos.
El gobierno suizo también se vio obligado a crear una comisión que investigara la participación de los bancos suizos en el blanqueo del botín nazi de oro y obras de arte que se obtuvo del saqueo de los países ocupados, y sirvió en parte para financiar los gastos de guerra de la Alemania nazi.


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