miércoles, 9 de enero de 2013
Oficina portátil (Dispositivo nivel 2)
Un móvil corriente con menues de configuración ocultos de dificil acceso.
Mediante estos menues, pueden configurarse muchos aspectos destinados a improvisar rápidamente una empresa tapadera. El móvil no crea ninguna tapadera que no pudiese crearse desde un despacho (de hecho, lo hace peor de lo que se haría desde un despacho) pero permite hacerlo de forma automatizada e improvisando.
El terminal escucha constantemente en un radio de varios cientos de metros a su alrededor, y si detecta una llamada saliente de algún otro teléfono móvil (o comunicación inalámbrica de voz, tipo voip) hacia un número configurado, la intercepta y atiende (o saca un contestador, tonos de espera, etc, según se configure). Naturalmente estos moviles no tienen ningún problema en intervenir lineas fijas de cable, es simplemente que estas deben ser derivadas de alguna manera a ellos para poder intervenirlas, a diferencia de las que viajan por el aire (aunque son mas difíciles de intervenir ya que siempre llevan alguna clase de cifrado sencillo).
Además, una vez la llamada es capturada puede ser controlada desde el propio móvil mediante los menues ocultos, para simular llamada en espera, paso de llamadas de una extensión a otra, e incluso tiene sencillos filtros de voz para aparentar ser atendido por diversas personas.
En resumidas cuentas, podemos dar un numero a nuestro objetivo (previamente configurado en el dispositivo, para garantizar que no exista ya) y esperar su llamada como si de una auténtica empresa nos tratasemos, empezando a monitorizar la llamada instantaneamente, o creando la tapadera en cuestión ya que además, el movil puede disparar una serie de procesos para acceder con privilegios a las bases de datos burocráticas para registrar realmente nuestra empresa, e incluso registrar un dominio en internet, desplegando en él un portal comercial "enlatado" con aparente actividad. Todos estos procesos informaticos "enlatados" hacen que estos terminales necesiten constantes puestas a punto por parte de los técnicos de la agencia de inteligencia, y actualizaciones constantes a medida que cambia la seguridad de las bases de datos gubernamentales, etc
Aunque una inspección fiscal puede revelar algunas deficiencias en nuestra tapadera, el dispositivo nos permite levantar la tapadera de forma improvisada siempre que podamos ganar unos minutos y configurar el dispositivo.
En términos de juego, es necesaria un chequeo de dispositivos a dificultad -4 para interceptar la llamada realizada al numero configurado, siempre en circunstancias generales (cifrado civil, condiciones normales, etc) y a partir de este punto, otra tirada para cada efecto que quiera reproducirse con el dispositivo (llamada en espera, o pasar a otra extensión dificultad -3, aplicar un filtro de voz, -2).
Estas operaciones, incluso aunque se fallasen, parecerían reales al interlocutor, pero si se fallasen, se podría descubrir la farsa mediante el equipo oportuno al otro lado de la línea (un rastreador de llamada, detectores de voz, etc) con un chequeo enfrentado contra el chequeo de uso del dispositivo ya realizado (y fallado).
Una pifia perdería la llamada, debiendo volver a establecerse sin mayor problema (pero debiendo repetir los chequeos, incluyendo la intercepción de la llamada entrante) y revelaría la farsa automaticamente si se dispusiese de equipo de monitoreo al otro lado.
Equipo especialmente complejo, o capacidad para monitorizar la red de telefonía, permitiría realizar una tirada enfrentada contra el chequeo de dispositivos realizado para descubrir el embuste (incluso aunque el chequeo hubiese sido exitoso).
Además de esto, y tardando minutos en completarse, el móvil puede usarse además para registrar la empresa en los debidos registros (chequeo de dispositivos a dificultad 0, 2 si se pretende que tenga un historial de negocios previos) o para levantar una web comercial en un dominio corporativo creado exprofeso (chequeo de dispositivos a dificultad -1).
Incluso fallando, el registro y/o la creación del website sucederán.
La diferencia es que mientras que en un chequeo pasado el resultado se usará como dificultad a enfrentar por parte del chequeo de quien investigue la empresa o el website, para descubir irregularidades burocráticas, legales, financieras, o técnicas, en un chequeo fallido, cualquier investigación básica revelará que algo no es como debiera.
Y en cualquier caso, una auténtica auditoría destapará la farsa sin ningún problema.
El auténtico trabajo de esta maravilla de dispositivo lo han realizado los informáticos preprogramando y enlatando todas las rutinas que se disparan según la configuración que el agente introduzca en el teléfono, los menues del móvil no son intuitivos especialmente, ni usan código fuente, son mera interfaz de usuario, mas cercanos a formularios burocráticos que al pirateo informático, por lo que la habilidad implicada en todo caso es dispositivos, a pesar de que es código fuente preenlatado lo que se ejecuta por detrás. Por el mismo principio, no es necesario conocer burocracia ni leyes de ningún país para el que el movil esté preparado, ya que el dispositivo lo hace todo solo.
Con fé ciega, la habilidad dispositivos, y el conocimiento de este dispositivo en concreto, permiten de forma totalmente transparente, que el movil acceda a las debidas bases de datos a hacer su trabajo y juegue con internet y las llamadas sin que el agente necesite comprender realmente que está sucediendo. Mientras sepa manejarse con los menues ocultos del dispositivos, el agente lo único que sabe es que define la tapadera que desea crear, y si todo va bien y lo hace correctamente, la emprea aparece en la web y en los debidos registros. Sin duda alguna, los tecnólogos y los de logística se ganan el sueldo.
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