jueves, 6 de marzo de 2025

El prólogo del Makt Myrkranna

En 1901 se publicó Drácula en Islandia, como Makt Myrkranna (El poder de las tinieblas) que fue la tercera versión traducida de Drácula, precedida por la edición húngara de 1898 y la edición sueca de 1899 (publicada serialmente en un periódico). 
 
Para su edición se encargó a Stoker un prólogo. De él proceden unas líneas que dicen así: 
 

"Pero los hechos no admiten duda, y hay tanta gente que los conoce que no pueden negarse. Esta serie de crímenes aún no se ha borrado de nuestra memoria, una serie de crímenes que parece tener el mismo origen y que al mismo tiempo provocó tanta repugnancia en gente de todo el mundo como los crímenes de Jack el Destripador, que entraron a formar parte del relato poco después. Mucha gente buceará en sus recuerdos para encontrar al notable grupo de extranjeros que durante varias temporadas jugaron un
papel importante en la vida de la aristocracia aquí en Londres, y algunos recordarán que uno de ellos desapareció de repente sin razón aparente y sin dejar ningún rastro"
.



La serie de crímenes a las que Stoker hace referencia son las sangrientas fechorías del vampiro. Se refiere a ellas como hechos reales. Incluso llega a ir más lejos, y declara que conoce la verdadera identidad de los protagonistas, unos buenos amigos suyos.
 
¿Por qué Stoker rompería la farsa permitiéndose un comentario así aunque fuese para lectores tan distantes como los Islandeses? ¿Y es un mero comentario canalla de quien se lo quiere permitir, o apunta a la participación del propio Stoker en los sucesos? 
 
Otros (como Hans C. de Roos) consideran errores de traducción en el Makt Myrkranna, que harían cambiar la interpretación de ese párrafo del prólogo, para referirse a los crímenes del descuartizador del Tamesis
 
Hans C. de Roos nos dice
 
Estos «Misterios del Támesis» provocaron tanta inquietud en la ciudadanía como lo harían los asesinatos del Destripador un año más tarde. Y cuando en octubre de 1888 se descubrieron torsos femeninos en el solar en
construcción de Scotland Yard (!) y en septiembre de 1889 en un túnel del ferrocarril en Whitechapel, algunos periódicos especularon con que un mismo asesino podía ser responsable de ambas series de crímenes. Estas circunstancias cuadran con los comentarios del prefacio acerca de «una serie
de crímenes que parecen tener el mismo origen, y que, al mismo tiempo, provocaron tanta repugnancia en gente de todo el mundo como los asesinatos de Jack el Destripador, que poco después entraron a formar parte del relato».
Según mi análisis, el único problema lo representa la última frase. Pero la traducción de Dalby es incorrecta: en realidad, el texto islandés habla de «los crímenes de Jack el Destripador, que tuvieron lugar un poco más tarde».
Por lo tanto, «esa serie de crímenes [que] todavía no se ha borrado de nuestra memoria» hace referencia a una sucesión de asesinatos que comenzó antes que los cometidos por el Destripador, que en su momento (no «al mismo tiempo», otro error en la traducción de Dalby) también provocaron el terror entre la población de Londres, y que en la imaginación de la gente parecía estar conectada con los homicidios de Whitechapel. Después de haber corregido la traducción de Dalby, parece evidente la relación entre el prefacio y el comentario que realiza el conde sobre los Misterios del Támesis.
 
¿Pero no sería el Conde el autor de esos descuartizamientos?

No resulta difícil imaginar el aquelarre vampírico, víctimas para los rituales, y cadáveres lanzados al río para deshacerse de ellos.
 
Bien es cierto que interpretado el prólogo a la manera de Hans C. de Roos, desaparecen las preguntas de por qué Stoker airearía que Drácula es real, pudiendo ser leído como una referencia a unos sucesos donde bien pudo conocer implicados (fue obligado a cancelar las representaciones de Doctor Jekyll y Mr. Hyde en el Lyceum Theatre a causa del pánico general causado por el Destripador), o bien no, y meramente estarse haciendo un discreto guiño a sí mismo que solo podría apreciar quien supiese que realmente conoció a otros implicados.




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