domingo, 25 de agosto de 2013
Votar a ciegas
La Cámara Baja del Congreso de EE.UU. votó a favor de la vigilancia estatal sin estudiar ni tener conocimiento de un documento que detallaba la vigilancia, denuncia un congresista.
Se trata de un documento de 2011 que detalla la recopilación de datos sobre llamadas telefónicas por parte de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU. El documento fue desclasificado a finales de Julio después de la votación en el Congreso.
El Comité de Seguridad de la Cámara Baja no distribuyó el documento entre los miembros de la Cámara antes de la votación, como debía haber hecho, denuncia Justin Amash, miembro republicano que propuso poner fin al programa de vigilancia.
En vez de distribuir el documento, el Comité optó por organizar reuniones clasificadas entre los miembros de la Cámara Baja para discutir el programa y "cubrir la información del documento y conceder más detalles en formato interactivo", según la portavoz del Comité Susan Phalen.
Amash critica esta decisión del Comité y sostiene que el documento "sirve para empezar a hacerse preguntas", cita a Amash el periódico 'The Guardian'. "Si no conoces el programa, no sabes sobre qué preguntar".
Además el pasado mierdoles 21, el director de la Inteligencia Nacional, James Clapper, autorizó la publicación de tres dictámenes secretos de tribunales de EE.UU. Los documentos desclasificados muestran que durante tres años la agencia recogió anualmente unos 56.000 correos electrónicos y otras comunicaciones de Internet de los ciudadanos estadounidenses.
Según declaró a la prensa un alto funcionario del Gobierno, Clapper ha decidido que “en las actuales circunstancias el daño a la seguridad nacional causada por la liberación de esta información se ve compensado por el interés público".
Los dictámenes muestran que en 2011 la NSA informó al tribunal de que estaba recogiendo accidentalmente las comunicaciones de Internet de los estadounidenses sin relación con el terrorismo, y el tribunal le ordenó que encontrara formas de limitar lo que se recaudaba y durante cuánto tiempo se guardaba. De acuerdo con Clapper, tras el fallo del tribunal la NSA cambió la forma en que se recogía la información, y en 2012, el organismo destruyó lo que había recolectado.
Para paliar esta falta, en 2011 la NSA establecería una certificación que tendrían que cumplir los servicios que operan en la red (Facebook, Microsoft, etc) y así establecer un marco de interoperabilidad que sí permitiese hacer esta distinción del tráfico.
Esta certificación FISA se renovaría con carácter anual y los players de contenidos tendrían que cumplirla; por tanto, empresas como Facebook, Google, Microsoft o Yahoo! tenían que invertir en este tipo de desarrollos. Según la información que reveló Snowden (en forma de una comunicación catalogada como "alto secreto"), estas empresas habían invertido millones de dólares en adaptar sus sistemas y, en compensación, el oscuro Special Source Operations de la NSA iba a dedicar millones de dólares para amortiguar este desembolso económico.
Fuente: Actualidad RT
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