viernes, 9 de agosto de 2013

DEA, Special Operations División


Una unidad secreta de la agencia antidroga estadounidense (DEA) proporciona datos procedentes de intercepciones de inteligencia, escuchas e informantes a las autoridades para ayudarles a entablar investigaciones criminales contra ciudadanos. Se trata de 'Special Operations Division' (SOD), unidad conectada a una veintena de agencias, incluido el FBI, la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), el Servicio de Impuestos Internos y el Departamento de Seguridad Nacional.

Establecida en 1994 para combatir a los carteles de drogas latinoamericanos, la SOD actualmente cuenta con varios centenares de agentes.

"Recuerde que la utilización de la SOD no se puede revelar o discutir en cualquier parte de la investigación", reza un documento dirigido a los agentes, al que ha tenido acceso la agencia Reuters. El documento demanda que los agentes omitan la implicación de la SOD en los informes de investigación, discusiones con los fiscales y los testimonios en la sala del tribunal.

Aunque estos casos raras veces involucran asuntos de la seguridad nacional, los documentos secretos muestran que los agentes de la DEA son instruidos para ocultar cómo comienzan tales investigaciones no solo a los abogados de defensa, sino también a los fiscales y jueces.

Los documentos informan sobre el entrenamiento que pasan los agentes federales para saber ocultar los orígenes de la investigación, práctica que según algunos expertos infringe el derecho constitucional del acusado a un juicio justo. Y es que si los acusados desconocen cómo comenzó la investigación no podrán solicitar la consideración de fuentes potenciales de pruebas exculpatorias, tales como la inducción a un crimen, errores o testimonios parciales.

Esa práctica provoca aún más angustia entre los expertos que la reciente revelación sobre la existencia de un programa secreto de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). El programa de la NSA está destinado a prevenir atentados terroristas, mientras la DEA apunta a los criminales comunes, principalmente a los narcotraficantes.

"Una cosa es crear reglas especiales respecto a la seguridad nacional, pero los crímenes comunes son algo diferente. Suena como si estuvieran falseando las investigaciones", comentó Nancy Gertner, profesora de Derecho y una exjuez federal.

Un portavoz del Departamento de Justicia, que supervisa a la DEA, declinó la solicitud de Reuters para comentar la información, pero dos altos cargos de la DEA defendieron la práctica de ocultar los orígenes de la investigación, que describieron como "un método utilizado casi a diario".

Un agente federal citado por Reuters contó: "Te dicen: Esté en cierta parada de camiones a cierta hora y busca cierto vehículo. Entonces avisamos a la Policía del estado para que detenga el vehículo bajo algún pretexto y que su perro lo registre". Tras el arresto los agentes informan que la investigación comenzó con la detención del vehículo y no con el informe de la SOD, según la fuente.


Los agentes antidrogas estadounidenses tienen acceso a una enorme base de datos de conversaciones telefónicas con alcance temporal mucho más amplia que la polémica vigilancia que lleva a cabo la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Según datos obtenidos por 'The New York Times', se trata del 'Proyecto Hemisferio' ('Hemisphere Project'), una asociación la DEA y la compañía de telecomunicaciones ATT que hasta el momento era desconocida. El gigante telefónico recibe pagos por parte del Gobierno de EE.UU. por proporcionar a sus agentes el acceso en todo el país a los datos telefónicos de la base, que se remonta a 1987.
Según los informes, unos 4.000 millones de llamadas son agregadas a la base de datos diariamente y contienen la información sobre el paradero de los usuarios. El programa fue lanzado en 2007 y se ha realizado en secreto, con instrucciones para que no se mencionara el proyecto en documentos oficiales.

"El alcance y periodo de tiempo del almacenamiento parece no tener igual entre otros programas gubernamentales, incluida la recogida de registros telefónicos por la NSA, que guarda los datos de casi todas las conversaciones en EE.UU. durante cinco años", escribió el diario estadounidense, citando diapositivas para el entrenamiento de agentes antidrogas, con el logotipo de la Oficina Nacional de la Casa Blanca para el Control de Drogas.

La interacción entre ATT y las unidades antidrogas ha sido confirmada por funcionarios gubernamentales, que al destacar su eficacia en combatir el crimen, subrayaron que los datos los mantiene la compañía mientras los agentes acceden mediante solicitudes de la DEA.

El portavoz de ATT, Mark Siegel, confirmó en un correo electrónico que su compañía debe responder a las solicitudes de las agencias de orden público, igual que otras empresas.
Los representantes de Verizon, Sprint y T-Mobile rechazaron comentar si conocían el 'Proyecto Hemisferio' o colaboraban con tales programas.
Los defensores de la privacidad a su vez argumentan que el programa infringe la Cuarta Enmienda a la Constitución de EE.UU. que estipula que los registros por el Gobierno deben realizarse a partir de órdenes judiciales y justificarse por causas razonables.
Jameel Jaffer, subdirector de asuntos legales de la Unión de Libertades Civiles de EE.UU., cree que una de las razones para el secretismo del 'Proyecto Hemisferio' es que "sería muy difícil justificarlo al público o ante un tribunal".


Fuente: Actualidad RT

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